viernes, 3 de febrero de 2012

¿Solución? Tus besos.

Después de verte, después de compartir miradas vergonzosas, después de los besos... tocaba volver a casa.
Mis pies temblaban, estaban doloridos por el largo camino que hube recorrido y había por recorrer aún. Nada más salir de la playa, para poder llegar a mi casa, tenía que seguir un carril de bicis; fácil. Lo que no me gustó fue... pensar que después de todo, para tí solo fuera un simple beso. Un gran temor que me hizo fijar la mirada en la nada, mientras que mis piernas seguían el camino automáticamente; no miraba a ningún lado, mirando al infinito seguí mi camino, con tu fragancia aún en mi camisa, con el sello de tu beso todavía en mis labios... todo.
El carril, obviamente, se divide en dos, como las carreteras: una para ir en una dirección y otra en dirección contraria. Pero yo no seguía ningún carril; iba en medio, pisando las rayas pintadas de blanco. Entonces, por mi derecha pasó una chica rubia en skate, con una sudadera marrón y pantalones vaqueros; después de cinco minutos, por el otro carril, me adelantó un chico, ¿cómo diría yo...? Clavadito a Justin Bieber.
En ese mismo momento me di cuenta: estaba entre chicos y chicas, no sabía que elegir, como sigo sin saberlo todavía. Seguí el camino a mi casa, seguí pensando en nuestro futuro, ya sea juntas o separadas... seguí perdida, con la mente en blanco, mientras mis piernas, doloridas y temblorosas, me indicaban el camino. Más adelante, a mi derecha, vi dos chicas bastante arregladas; supuse que iban a una fiesta, pero enseguida dejé de fijarme en ellas, ya que no tenía suficiente hueco en mi mente para otro problema existencial sobre las pijas  y sus asuntos. Y ¿cómo no? No faltó la pareja de novios a mi izquierda, esta vez chico y chica. ¡¡YA VES!! Me vi entre la homosexualidad, a mi derecha, y la heterosexualidad, a mi izquierda... pero ¡coño, elegir no es nada fácil en la vida! Y para colmo me paré a pensar... nosotros, los bisexuales, estamos más apartados en la sociedad incluso que los homosexuales, que aún siguen siendo discriminados. A nosotros nos tratan de viciosos por elegir dos cosas, y no una; nos llaman o gays o lesbianas, porque no tienen siquiera una forma de insultarnos que se refiera a nuestra orientación; y siquiera tenemos una bandera, ni un icono, NADA. Dicen que esto es una moda, pero no. Yo no sigo modas. Y como es una moda, no tiene ni bandera ni iconos. ¿Recuerdan el icono de la homosexualidad, esos dos signos de hombre o mujer juntos? Nosotros no tenemos cómo juntar esos "machanguitos", porque parecería un trío o peor. Pero eso es lo de menos.
Ya estaba llegando a mi casa.
Seguí caminando, y encontré una pareja de ancianos a mi izquierda, sentados en un banco hablando de sus pasatiempos. Me pareció gracioso, ya que al principio vi adolescentes solos, luego parejas... y más tarde parejas ancianas. Es como si el carril que seguían mis pies era mi vida, y lo que veía, mi futuro. Pero... ojalá mi futuro fuera contigo, mi vida. Aunque seas una chica, aunque yo no sea lesbiana, no sé siquiera si llego a bisexual; el caso es que tus besos son mi droga, y el que me diste hoy, no llenó mi dosis diaria... quiero una vida entera llena de tus besos, tu fragancia en mi camiseta, y cómo no, tus labios sellados con los míos.
Llegué a mi casa... y escribo esto, después de cuatro horas de haber abierto la puerta de mi habitación; estuve esperando a decírtelo a ti, pero no quiero que te canses de mí tan pronto... no teniendo una vida entera por delante.

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