viernes, 27 de enero de 2012

¿Entiendes?

Te escribí una carta ese día, sí, dos días después de descubrir que me habías puesto los cuernos por tercera vez, y recogiendo la habitación esta mañana, la encontré, escuchando también una canción que tú me enseñaste...
Y la carta dice así:

"Viernes, 21 octubre 2011.
Sara:
No sé por qué, pero cuando te quiero expresar mis sentimientos no puedo, a no ser que sea de forma escrita.
Por eso te necesito escribir esto.
Lo del miércoles lo quiero olvidar ya, no sé si tú también; el caso es que no lo perdono, aunque te amo. Seguimos juntas si quieres, pero el perdón ya no saldrá de mi boca. Bueno es ser buena, pero no tonta... ~
Y bueno, ¿qué quieres hacer? ¿Seguimos o nos damos un tiempo? Quiero que la decisión la tomes tú, porque creo que, si desde que empezamos pudiste decidir qué caminos tomar, ahora también podrás.
Bueno, principalmente decirte eso y que te sigo amando, pero la esperanza ya la perdí. Lo siento si llego a caerte pesada, entrometida o algo por el estilo, pero me preocupo por lo nuestro ya que TE AMO.

[Aquí va un dibujo de dos corazones entrelazados...]"

¿Entendiste? Eso es lo que se siente cuando te ponen los cuernos... y aún así sigues amando a esa persona, aunque te pisotée y te restriegue por un rosal lleno de espinas; el caso es que, cuando lo hiciste, no me fijé en las espinas, sino en las rosas; soñé que me empujabas a esas espinas para ver lo hermosas que eran las rosas, o quizás las rosas estaban en mi imaginación... el caso es que, a pesar de todo, eres y serás mi primer amor. Perdí las esperanzas, pero te amo. ¿Entiendes?

jueves, 12 de enero de 2012

Esperando.

Esperando a que me digas estas palabras... pero recuerda que siempre estaré esperándolas, no importa cuánto tiempo sea... <3
TE AMO TE AMO TE AMO TE AMOTE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO
TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO
TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO
TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO

martes, 10 de enero de 2012

Y todo gracias a tu amor.

A tu lado soy capaz de prenderle fuego al agua, de nadar en el asfalto y caminar sobre el mar; capaz de dejarlo todo atrás con tal de que me sonrías una vez, y esa única vez, sería capaz de grabarla en mi mente el resto de mis días con la razón de verte.
Sería capaz de cegarme solamente para que me guíes por la vida, ya que tus pasos siempre irán seguidos por los míos; capaz de dormirme durante días, semanas, incluso meses, por que tu beso sea el que me despierte.
Podría multiplicar mi fuerza para arrancar las piedras de tu camino, mi oído para escuchar siempre esa dulce pero brusca voz, incluso mi vista para verte a pesar de que estés a dos mil kilómetros de distancia.
De lo que no sería jamás capaz es de vivir sin ti a mi lado; por eso, vayas donde vayas, dímelo: estaré detrás tuya, de forma que no me veas y así me olvides, pero contigo cerca, me importa un bledo. Ya sabes... soy capaz, y todo gracias a tu amor.

domingo, 8 de enero de 2012

Me enamoré de ti perdidamente.

Aún recuerdo cuánto me encantabas, con tu pelo corto, a la altura de las orejas (siempre tapadas por los cascos) y las lentillas azules; la camisa negra, los pantalones negros y el abrigo al que yo llamaba "chaqueta de Drácula". Yo iba bastante pija, y tengo que reconocer que fue porque viniste tú.
Nosotras estábamos en mi habitación; tú al lado de mi cama, de pie, y yo también de pie, pero apoyada en mi escritorio. Desde el salón, de repente, se oyó la canción "Tonight I'm Lovin' You", y como no teníamos tema del que hablar, te dije: -¡Yas! ¿Tú oíste esa canción pero sin censura?
- Uhmmm... jejeje... - dijiste con tu sonrisa, tan pícara como preciosa - ¿Qué canción?
- Esaaaaa, la que acaba de sonar en la tele.
- Pues no sé - Noté que te hacías la tonta, por lo que aproveché que tenías el iPod en la mano y te dije: - Déjamelo.
- No.
- Venga, tonta - dicho esto, me acerqué a tí para cogerte el iPod lo más rápido posible, con tan mala suerte de que, con la prisa, no calculé las distancias y tú apartaste la mano hacia atrás, por lo que me incliné más hacia tí... pero no. Ya no me importaba el iPod. Sólo me importabas tú, te tenía a cinco centímetros, y no era un sueño. Pensamos lo mismo, y lentamente, nos dimos nuestro primer beso. Al principio me sentí en las nubes, pero me dije a mí misma "ME ESTOY BESANDO CON UNA CHICA, SE SUPONE QUE SOY HETEROSEXUAL", y me hice hacia atrás con más vergüenza que nada. 
¿Qué se le va a hacer? Me enamoré de ti perdidamente, y me di cuenta de que el amor no se rige por géneros, sino por corazones, con la suerte de que los nuestros se unieron.